El don natural de liderazgo presente en los jóvenes especialmente en la mujer será cuidadosamente promovido y orientado para que sea puesto al servicio de la causa del Evangelio.
Mediante la educación del corazón y de los valores, el alumno aprenderá a ejercer desde el amor su liderazgo cristiano en provecho de la sociedad.
Misión
Formar en el humanismo cristiano, mediante la educación evangelizadora, integral y armónica de la niñez y juventud
Visión
Proyectarse a la sociedad post-moderna como una institución educativa excelente por su humanismo cristiano y su nivel cultural
Principios Institucionales
Somos una escuela católica
Identidad cristiana, moral y Espíritu Mariano Guadalupano
Promovemos la formación humanista, integral y armónica de la niñez y juventud
Deseamos proyectarnos como un centro de educación excelente por su nivel cultural y su humanismo cristiano
Consideramos al ser humano como una persona en comunidad hacia la trascendencia respetando la dignidad humana y defendiendo la cultura de la vida
Privilegiamos la educación del corazón entendida como educación de la voluntad, que fortalezca y respete los vínculos familiares
Promovemos habilidades cognitivas, afectivas y psicomotrices óptimas para enfrentarse a los retos y cambios tomando en cuenta la globalización
Formamos ciudadanos democráticos y líderes cristianos
Hacemos uso adecuado de la tecnología y herramientas de información para su aplicación en la resolución de problemas
Promovemos la conciencia ecológica mediante el cuidado de la naturaleza
Proporcionamos a los Padres de Familia una adecuada atención que los ayude a cumplir su sublime misión de educar
Promovemos la conciencia del propio ser (hombre-mujer) creado a imagen y semejanza de Dios
Estamos comprometidos principalmente con la educación de la mujer
Espíritu Mariano Guadalupano
Nuestros colegios se caracterizan por el amor y devoción a la Santísima Virgen de Guadalupe; Ella ha sido, es y será el alma y Reina de nuestras instituciones educativas.
“Ella será siempre su Madre, y en su seno todos hallarán consuelo, virtud y fortaleza. Ámenla como deben; hónrenla como merece, e imítenla como se los ha inculcado se ausente Padre…”
José Antonio Plancarte, Cartas 8 de Sept. 1885, p.21